Casa indiana en Cantabria
Esta elegante construcción, evocadora de los châteaux franceses, se erige majestuosa sobre una pradera verde, rodeada por un jardín meticulosamente cuidado. Este proyecto arquitectónico, obra del arquitecto Lorenzo Roji y construido entre 1888 y 1889, figura registrado en el Libro de Indianos de Cantabria. La propiedad, de líneas limpias y diseño luminoso, resalta en su exterior gracias a los detalles bien conservados de la mampostería, mientras que en el interior, los amplios ventanales iluminan y bañan de luz cada rincón de las estancias, las cuales ostentan paredes y carpintería en blanco.
Recientemente restaurada, la casa se ubica estratégicamente en La Cavada, la capital del municipio de Riotuerto en Cantabria, a tan solo 20 km de Santander. Además, se encuentra cerca de lugares de interés como Liérganes (4 km), Solares (4 km), las playas de Somo y Pedreña (14 km) y Bilbao (80 km).
Asentada sobre un terreno de 4.800 m2, la casa ofrece una superficie construida de 745 m2, con fachadas de 12 m de frente y 14 m de fondo, distribuidas en planta semisótano, planta baja, primer piso y desván.
La planta baja acoge un vestíbulo con escalera, una sala de estar con una antigua chimenea y otra moderna de Hergom, un gabinete, un salón-comedor con acceso a una amplia terraza, un aseo de cortesía y una cocina.
El semisótano alberga un comedor, un baño completo, un cuarto de herramientas, lavandería, caldera, una sala multifuncional con mesa de billar y proyector de cine, así como el garaje anexo original.
La primera planta ofrece una sala de estar-biblioteca, cuatro dormitorios y dos baños, uno de ellos en suite. La segunda planta presenta una sala central con mesa de ping-pong, tres dormitorios, un despacho y un baño.
En 2010, la casa experimentó una reforma integral en cubierta, fontanería, electricidad y caldera. La cocina y los baños fueron restaurados manteniendo su estilo original. El suelo de madera de pino melis y mármol originales, junto con las ventanas y puertas de carpintería original, reflejan la calidad y cuidado histórico de la propiedad.
En 2013, se añadió un pabellón multifuncional en el ala norte del jardín, diseñado por el arquitecto Jacobo García-Germán, integrándolo a la perfección con la arquitectura indiana. Este espacio versátil cuenta con tragaluz y puede servir como garaje y porche para eventos y celebraciones, ya que incluye una barbacoa de carbón y otra de gas, convirtiéndolo en el lugar ideal para eventos familiares al aire libre.
La casa cuenta con un sistema de calefacción y agua caliente, con una caldera de gasoil de 1.000 litros y acumulador, controlado mediante termostato Wifi y control remoto (programable por teléfono). Los radiadores de hierro de época, pintados en blanco, se encuentran en perfecto estado de funcionamiento.
Las ventanas originales de pino tea conservan en su mayoría los cristales de 1889 en perfecto estado. Los suelos, también de pino tea, están encerados y bien mantenidos, mostrando la pátina del tiempo.
La cubierta es nueva pero conserva la estructura original de vigas de madera. Recientemente se han revisado e impermeabilizado los sistemas de canalones y desagües. La casa, construida en mampostería de piedra con muros de carga de grosor descendiente en altura, presenta una fachada pintada de blanco con pintura anti-moho. Las esquinas son de piedra de sillería vista. Además, cuenta con una chimenea francesa con estufa de hierro fundido Hergom y tubo de convección a las habitaciones superiores.
En la planta inferior, se encuentra una sala de cine con proyector digital en HD y equipo de sonido BOSE.